"Estaciones Sonoras", el festival de pueblo que lo peta

Si los amigos Octavio Augusto y Tiberio, los del “Civitas Cascantum Municipium Romanorum”, aterrizaran hoy por aquí, fliparían. ¡Están locos estos cascantinos! Menudo sarao han montado este fin de semana. ¿Que tocan Xoel López, Ladilla Rusa, Shinova y pincha Ángel Carmona? ¡Venga Tiberio, prepara la cuadriga que nos vamos a echar un vino al “Estaciones Sonoras”!

Quién iba a pensar que dos mil años después, esa pequeña localidad ribera sería reconocida, en el mapa de aquella “Hispania”, como un destino turístico musical de primer orden y una cita imprescindible en el panorama top festivalero.

Dicen que no es un festival al uso, lo mencionan como un evento de referencia nacional, el nuevo “Sonorama”, comentan algunos medios entendidos. ¿En Cascante? Pues sí “muete”, sí, en Cascante. Hay cosicas que solo pasan allí. Que te cruces por la calle con Rosendo o los chicos de Viva Suecia, o que te encuentres a El Drogas y su banda improvisando un acústico en la Cuesta de los Arcos de la Virgen del Romero.

El “Estaciones Sonoras” celebra diez años y Kukuxumusu acompaña como colaborador a todo el equipazo que hay detrás. Gente maja, de la buena, que empuja por amor al arte un festival en el que, con el hilo conductor de la música y la intervención de la radio, se configuran cuatro eventos, uno por temporada: primavera, verano, otoño e invierno. Una experiencia única de fin de semana que une conciertazos de las mejores bandas y artistas del momento, con propuestas gastronómicas, artísticas y culturales.

Aquí importan las cosas que importan: la participación popular, la accesibilidad (con atención a la diversidad y a la interculturalidad), el compromiso con la sostenibilidad, la promoción de artistas, autores y autoras navarros y el desarrollo económico del pueblo. Y el papeo, que esto es la Ribera de Navarra.

Nos cuenta Saioa Sesma, su coordinadora, que es un festival intergeneracional. “Aquí ves abuelos y familias con niños. El pueblo se vuelca y viene muchísima gente de fuera. Tenemos datos de entradas de hasta treinta provincias. No solo están los conciertos por la noche, sino que proponemos actividades durante todo el día. Este fin de semana tenemos cocineros con estrella Michelin de Navarra y Galicia, que estarán cocinando mientras se escucha música en directo en la plaza. Organizamos talleres de cooperación y desarrollo, cuentacuentos, exposiciones, charlas, catas teatralizadas para acercar la historia de Cascante…“.

Un proyecto que surgió entre colegas, por puro disfrute, imaginamos que con algún “a que no hay hue….”. “Somos una asociación de veinticinco personas, todos cascantinos -explica Saioa-. Hay que ver cómo empezamos… Cinco amigos montaron una radio local, Radio Cierzo, algo muy casero. Se les ocurrió sacar la radio a la calle y organizar algún concierto. El primero se hizo en una plaza muy pequeña, estábamos cuatro gatos, llovió a mares y tuvimos que tapar todo con unos plásticos para recoger aceitunas. Ves la envergadura del proyecto a día de hoy, la gente y la pasta que mueve, la repercusión en medios y nos preguntamos cómo hemos llegado hasta aquí”.   Pues uno llega manteniendo su esencia y su cercanía. Una pócima mágica (ya le gustaría al druida Panorámix) que les permite combinar conciertos de gran duración con aforos muy reducidos (1.800 personas), muy auténticos, y un punto de cercanía y desparpajo, que hace que los artistas se sientan como en casa, en familia. El que viene, repite.

Aquí el ingrediente secreto es una profesionalidad máxima, pero que el backstage tenga el ambiente de un zurracapote en fiestas. Solo este año pasarán por Cascante unas treinta y dos bandas. Mucho sacrificio detrás, esfuerzo, ganas y amor por la música. “Disfrutamos porque somos una familia y porque nuestras familias nos apoyan en esto -apunta Saioa-. El recinto es el patio del colegio, los camerinos los preparan las amigas de mi madre, al padre del director lo conoce todo el mundo y los artistas se hacen fotos con él. Tiene un grandísimo valor el apoyo y la participación de todo el pueblo. Ese cariño y esa acogida es lo que perciben el público y los artistas”.

 

Radio, camisetas y lanzamiento de Beelorzia

Ya sabéis que una buena juerga nos gusta más que a un tonto un lápiz. Así que hace dos años que Kukuxu se subió al carro para aportar todo el buen rollo que seamos capaces. “Nos encanta la colaboración con Kukuxumusu -pero qué maja, Saioa-, porque compartimos ese punto de chispa y espontaneidad. Para nosotros era importante que el patrocinador principal fuera una marca navarra de referencia. Somos un festival de pueblo y no hemos pretendido ser otra cosa. Tenemos una filosofía muy parecida. No miras tanto la pasta, como lo que tu marca representa”.

Empezamos con unas camisetas tuneadas con una banda de rock caricaturizada, que fue un exitazo, y hemos acabado poniendo nombre al escenario principal. Photocalls para público y artistas, vasos reciclados que molan mucho, maquillaje luminoso, sorteos de entradas… Y el marketing que más funciona, el que saca a relucir nuestros más bajos instintos: lanzamiento de Beelorzia en los conciertos. Esto no falla.

La radio y el festival han ido siempre de la mano. Todas las propuestas pasan por Radio Cierzo en formato noticias, entrevistas, especiales… Una peculiaridad que conforma una increíble memoria sonora del evento. Esto es un puntazo. “Durante los meses anteriores, se va entrevistando a los artistas y esto es algo muy entrañable. Nos gusta mucho, también, interactuar con nuestros colaboradores. Tenemos más de sesenta y cinco marcas apoyando esto y es genial porque conviven nombres como Kukuxumusu con la mercería, la floristería y toda la hostelería del pueblo”.

La radio ha hecho posible algún pequeño milagro. “Radio 3 ha sido siempre la radio de nuestra vida -comenta Saioa-. Hace unos años trajimos a Ángel Carmona a dar una charla y se enamoró. Ha sido nuestro altavoz estos años”. Quién mejor que él para poner el broche de oro al décimo aniversario. Cerrará el “Estaciones Sonoras Otoño 2023” con un dj set espectacular y algunas sorpresas. Al loro, que colgamos el cartel de “sold out”.

¡Tira Tiberio, abróchate la toga que nos vamos! Próxima estación, Cascante.